Siempre es una gran alegría celebrar a mamá, ya sea con un pequeño detalle o con una grata sorpresa. Ese afectuoso reconocimiento será suficiente para colocar una sonrisa en el rostro de nuestras madres. Y desde aquí, nos empeñamos, como es usual ya, en hacer de ese significativo día, un momento pleno y sumamente ameno.
Podemos corroborar que una canasta o una cesta de regalo siempre son una ingeniosa e inusual alternativa para agradar a mamá, pero podemos también impresionarla con algún aperitivo o “pousse-café”.
Les proponemos algunos licores que bien pueden actuar como aperitivos o como bajativos, y que, debido a su versatilidad, son de la partida. Vamos a darle un nuevo aire y dinámica a los tradicionales licores que ya conocemos, así que aquí les damos unas interesantes recomendaciones:
Amaretto: Este licor nació en la ciudad italiana de Saronno. La familia Lazzaroni reclama como suya la invención o elaboración, primero de las galletas “amaretto” alrededor de 1786, y posteriormente, del licor del mismo nombre (1851). “Amaretto” que significa “levemente amargo”, está hecho con los “huesos” de los albaricoques o con almendras (o ambos) y, al que posteriormente se enriquece con diversas especias y saborizantes. Su sabor es marcadamente a almendras, de cuerpo untuoso y bastante dulce. Como digestivo o bajativo, es un clásico, y si se acompaña con las galletas “amaretto”, mucho mejor. Como aperitivo podemos considerar un Amaretto Sour: 1 ½ oz. de Amaretto, ½ oz. de jarabe de goma, una clara de huevo, 1 oz. de jugo de limón, dos hielos pequeños o medianos. Poner todo en un “shaker” y agitar bien. Adornar con una cereza marrasquino o una rodaja de naranja.
Grand Marnier: Un licor elaborado por la familia Marnier-Lapostolle desde 1870. La base de este licor es el Cognac, al que se le agrega extracto de naranjas agrias y jarabe de azúcar. Alcanza su afinamiento en barricas de roble francés. De untuoso cuerpo y armónico final, este bajativo nos bombardea con notas de azahar, toffee, caramelo, sutil vainilla y naranja confitada. Es dulce y licoroso a la vez. Como aperitivo va como Grand Collins: 1 ½ Oz. de Grand Marnier, ½ Oz. de jugo de limón, 4 hielos pequeños y agua con gas. En un vaso “Highball” previamente enfriado con cubos de hielo, colocar el Grand Marnier, el zumo de limón, cuatro hielos pequeños y añadir para completar, agua con gas. Adornar con una rodaja de naranja.
Limoncello: Este licor italiano, se elabora desde la mitad de la península italiana hacia el sur. Nápoles, Ischia, Capri y Amalfi son reconocidas por su excelente Limoncello. Se dice que el capriense Massimo Canale, registro en 1988 por primera vez, como marca comercial, el “Limoncello di Capri”. Se elabora con alcohol de grano al que se le agregan las cáscaras o pieles de los limones existentes u oriundos de las distintas zonas italianas, con el fin de extraer los aceites esenciales, aromas y sabores. Luego se le mezcla con jarabe de azúcar. El resultado es un licor muy perfumado, con notas a pie de limón, limón confitado, caramelo de limón y algún recuerdo de azahar. En boca es agradable y perfumado, casi como una mermelada licorosa de lima. Como aperitivo proponemos un preparar un “Albahaca Negra”: 1 Oz. de Limoncello, ½ Oz. de Vodka, 2 hojas de albahaca, 1 Oz. de jugo de limón, ½ Oz. de jarabe de goma. Colocar todo esto en coctelera y agitar para que los ingredientes interactúen. En un vaso alto, colocar unos 5 hielos pequeños y agregar el mix. Completar con agua tónica. Adornar con una rodaja de lima y una hojita de albahaca. Un aperitivo sumamente fresco.
La familia de La Canastería les desea a todas las mamás del Perú un día lleno de amor y alegría.
Roberto Viacava Duffy, Sommelier peruano y Consultor en Vinos. Colaborador de La Canastería