¿Una cerveza?

La cerveza es otra de las mágicas bebidas de la antigüedad que, al igual que el vino, nos acompaña en la mayoría de nuestras actividades sociales. Su presencia es global y es muy difícil encontrar un lugar donde no podamos disfrutar de una cerveza.

¿Una cerveza?

Sus estilos y sabores son variados, desde las marcadamente ácidas Gueuze a las más dulces Faro, ambas de origen belga. Entre estos dos puntos de referencia podemos encontrar una amplia paleta de aromas, sabores y métodos de elaboración, que le dan a esta bebida fermentada una gran adaptabilidad y aceptación. Así que con ella podemos acompañar un almuerzo o cena, desde el primer plato hasta el postre.

La cerveza posee cuatro componentes básicos y de sus distintas combinaciones nace gran parte de su personalidad y carácter: Malta de cebada (u otros granos/cereales), agua, levadura y lúpulo (aporta amargor, aroma y actúa como preservante).

Hoy nos enfocaremos en hablar de un estilo muy popular y que se puede encontrar en la mayoría de puntos de venta: la Lager.

¿Una cerveza?

El término “Lager” o “Lagerbier” deriva del vocablo germánico “lagern” que significa “almacenar”. Es una cerveza que fermenta a bajas temperaturas, entre 7°C y 15°C, debido a  las características propias de la levadura que actúa en ella. Las Lagers son todo un grupo de cervezas, de grado alcohólico entre 4.5% a 6% en volumen, que incluye desde las ligeras, suaves de sabor y muy comerciales pale lagers; pasando por las doradas, limpias y bien lupulizadas Pilsen, hasta las oscuras, complejas y aromáticas lagers muniquesas (Munich – Bavaria) que se conocen como Dunkel. Adicionalmente, debemos contemplar las fuertes y apetitosas Bocks y, las oscuras o negras compuestas de maltas casi quemadas Scwarzbier. Como podemos apreciar, es un grupo bastante heterogéneo, que no solo reina impertérrita en Alemania, sino también en otros continentes. En Estados Unidos, una lager es una cerveza dorada que se sirve muy fría, cuya alta carbonatación permite realzar su carácter malteado y refrescante. Una peculiaridad de este estilo es que no tiene aromas muy intensos: plátano, melocotón blanquillo, miga de pan y caramelo de limón son los más usuales de encontrar. El lúpulo es muy discreto con la única excepción de aquellas tipo Pilsner y Dortmunder Export. En el mercado las puedes hallar pasteurizadas, filtradas, en botella, lata o en barril.

¿Una cerveza?

Si este fin de semana prendes unas brasas y piensas colocar en ellas, por ejemplo, una pizza vegetariana, o quizá unos corte de pollo o de cerdo, una excelente alternativa es tener a la mano unas pale lagers, sobre todo aquellas que contienen un porcentaje de arroz en su mezcla,  que le otorga un carácter más fresco, sedoso y agradablemente cítrico.

Y ahora que estamos listos, disfrutemos de una cerveza junto al calor de la parrilla.

¡Buen fin de semana!